empatía creativa
Un proyecto nace de un sueño, es una ambición, es una aspiración.
Para convertir el sueño en un edificio se necesita un enfoque empático, continuo, guiado por el diálogo entre arquitecto y cliente.
Ser capaz de sentir las emociones y los deseos de los demás y traducirlos en arquitectura.
Nos gusta proponer una idea de proyecto en la que impliquemos a las personas, el alma de un lugar y su contexto sociocultural, para revelar sus identidades individuales en una visión holística.
poética de la sostenibilidad
La idea de sostenibilidad que perseguimos se basa en la creación de sistemas ecológicos, oasis urbanos en delicado equilibrio con la naturaleza. Repensamos los espacios urbanos como hábitats donde la convivencia y la sostenibilidad están interconectadas.
Además de la consecución de estándares energéticos como las certificaciones Minergie, Minergie Eco y SNBS, nos comprometemos con cada arquitectura a dar respuestas sociales, integradas con la sostenibilidad medioambiental.
La poética de la sostenibilidad que adoptamos se empeña en crear una cultura que promueva la habitabilidad y el bienestar de las personas, fomentando una interacción positiva entre los seres humanos y el paisaje habitado.
Y, como dijo Italo Calvino, «Una ciudad no se diseña, sino que continúa diseñándose a sí misma», promoviendo un modelo de proyecto sostenible, en el que la ciudad es un organismo en continua evolución.
buscando el alma del lugar
«Siempre me ha gustado el desierto. Sentado en una duna de arena. No se ve nada. No se oye nada. Y, sin embargo, algo brilla en el silencio».
Antoine de Saint-Exupery
En cada proyecto escuchamos el lugar, buscando su esencia con el objetivo de restablecer una conexión entre la persona y el paisaje, a través de la interacción sensorial con la naturaleza para alcanzar la armonía y el bienestar interior.
Meditar sobre un proyecto para crear lugares con sentido.
La arquitectura a la que aspiramos establece una relación emocional, redescubriendo la calma y el equilibrio del lugar.
proyectar el vacío
A menudo nos enfrentamos al misterio del vacío. Cuando escuchamos música y comprendemos la importancia de las pausas y los momentos de silencio. Cuando leemos un libro y nos sumergimos en la armonía del espacio vacío que rodea al texto.
Los objetos se sienten mejor cuando hay un espacio exacto entre ellos.
Por eso proyectar significa utilizar hábilmente el vacío. Que no es lo contrario de la plenitud, sino un espacio más rico, una fuente de inspiración para nosotros, ya que está cargado de infinitas posibilidades.
Está en todas partes, fuera y dentro de nosotros, por eso utilizamos el vacío como ingrediente indispensable del proyecto.
componer sinfonías de espacios
Lo que intentamos crear en arquitectura es una melodía en la que, como en la música, cada sonido no puede ser dividido.
Hay un diálogo íntimo en la composición. Un ritmo espacial, estructural y arquitectónico preciso con el que podemos hacer que la gente experimente la sensación de infinito.
La sinfonía es ritmo que despierta emociones.
explorar la fragilidad
Fragilidad significa explorar, cultivar la duda.
Esta actitud define nuestra forma de afrontar el proyecto, el diseño del cuerpo arquitectónico, el esqueleto del edificio.
Buscamos una relación íntima entre la estructura y la luz en la que los dos elementos se condicionen y se rocen, dibujando relaciones entre las personas, la cultura del lugar y el paisaje.
La estructura es creadora de luz, entra donde no hay materia, entra entre los espacios que la estructura deja abiertos, y nos fascina porque siempre está en movimiento, siempre está cambiando.
Y nos gusta hablar de ligereza, transparencia, delicadeza y sencillez.
percepción emocional
En cada proyecto buscamos una atmósfera, espacios diseñados por texturas de luz que hagan vibrar los materiales de forma sensual, envolviendo el alma de las personas.
Nos interesa escuchar los materiales y transformarlos en arquitectura para amplificar los sentidos y las atmósferas y dar vida a emociones y sensaciones. Conocerlos e interpretarlos de forma que apoyen sus características o capten sus limitaciones y las valoren.
Tenemos el placer por el dibujo, el amor por la materia, la atracción por la invención y la búsqueda de la experimentación.
El material se convierte en materia a través del silencio, las superficies, la piel, el aire, las estaciones y la luz.
una mirada de silencio
Sagrado, tierra, luz y silencio.
A lo largo de la historia, el arquitecto siempre ha sido llamado a declinar estos conceptos, a comprenderlos y a transformarlos en espacios.
A través de los proyectos, nos gustaría proponer una mirada de silencio, promover una visión diferente de la realidad, una mirada tranquila, abstracta, a través de la cual el mundo se ofrece en el signo de la contemplación.
A través de este silencio y a través de sus dibujos, nos gustaría expresar una idea intangible de espiritualidad.